TRIGÉSIMO OCTAVA SEMANA DE EMBARAZO: ¿qué te espera?
Introducción
Ahora que estás en la semana treinta y ocho de embarazo, la impaciencia es mucha: no ves la hora de conocer a tu pequeño.
En estas líneas, te acompaño al descubrimiento de lo que te espera en el último período de tu embarazo.
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Semana 38 de embarazo: ¿cuántos meses son?

Durante la semana treinta y ocho de embarazo estás a mitad del noveno mes, que va de 35+1 a 40 semanas.
¿Cuál es la probabilidad de parto a las 38 semanas?

En la semana treinta y ocho de embarazo, en caso de parto, el bebé sería considerado un recién nacido a término.
La probabilidad de que comience el parto es más alta de lo que puedas pensar.
Ten en cuenta que, en promedio, solo un recién nacido de cada 5 nace el día de la fecha probable de parto.
Si para la conclusión de tu embarazo está previsto un cesárea programada, podría realizarse esta semana.
¿Dar a luz a las 38 semanas: hay riesgos?

A menos que haya habido complicaciones durante el embarazo, el parto en la semana treinta y ocho de embarazo se considera no riesgoso.
Si esperas gemelos, la semana treinta y ocho de embarazo puede ser, según las indicaciones, el momento adecuado para un parto programado.
Los síntomas de la semana treinta y ocho de embarazo
Los síntomas de la semana treinta y ocho de embarazo están casi todos centrados en la preparación del cuerpo para el parto.
Entre las señales en cuestión se encuentra la pérdida del tapón mucoso.
Como recordé en este artículo, no siempre se trata de una señal de inicio inminente del parto.
A veces, puede ser necesario esperar incluso varias semanas.
También es normal sentir síntomas de diarrea en la semana treinta y ocho de embarazo.
Se trata de una consecuencia del aumento de oxitocina y prostaglandinas.
Estas hormonas actúan principalmente estimulando la contractilidad uterina, pero también tienen un impacto en el intestino.
También el dolor de espalda es compañero de tus días en esta semana treinta y ocho de embarazo.
Para aliviar este síntoma, recuerda lo siguiente:
El almohada para dormir durante el embarazo es un aliado valioso.
La osteopatía puede ayudarte.
Puedes dedicarte a ejercicios para descargar la espalda como los explicados en el video a continuación, que te serán muy útiles también de cara al trabajo de parto.
También te recuerdo que, si a las 38 semanas te repites a menudo “¡Siento presión!”, sepa que es completamente normal.
Se trata del efecto de la presión que la cabeza del pequeño ejerce sobre las estructuras del suelo pélvico.
Movimientos fetales fuertes a las 38 semanas de embarazo: ¿a qué se deben?
Durante la semana treinta y ocho de embarazo, es normal sentir movimientos fetales particularmente fuertes.
Se deben a los siguientes factores:
Poco espacio en el útero
Cabeza que ya se ha posicionado profundamente en la pelvis
Si no los sientes por un tiempo, come algo dulce, pon atención profunda a tu bebé y, si sientes al menos diez en 30 minutos, tranquilízate porque significa que todo está bien.
¿Cómo ha crecido el feto en la semana treinta y ocho de embarazo?
Con una longitud de 49-50 cm y un peso medio que ronda los 3 kg - atención: si el estimado de tu bebé es menor, no significa que no esté bien - el feto empleará el tiempo que queda antes del nacimiento para preparar los pulmones para el momento en que, después del parto, deberá comenzar a respirar de forma autónoma.
En el período de la semana treinta y ocho de embarazo, se sintetiza cortisol en el organismo de la mamá, con el propósito preciso de favorecer la apertura pulmonar en ocasión de la primera respiración fuera del vientre.

Como ya se mencionó, durante la semana treinta y ocho de embarazo, el feto, que también gracias a las contracciones de Braxton-Hicks, o falso trabajo de parto, se ha desplazado hasta llegar a la posición correcta para el nacimiento, se mueve haciéndose sentir por la mamá de manera particularmente intensa.
Con la piel cubierta por una capa de grasa que, en parte, se disolverá en el líquido amniótico, el feto en la semana treinta y ocho de embarazo presenta todos los órganos desarrollados y capaces de cumplir sus funciones fuera del vientre.
De cara al momento del nacimiento, también la vérnix caseosa se va reabsorbiendo poco a poco.

Puede suceder que, en la semana treinta y ocho de embarazo, el feto aún no se haya girado a posición cefálica.
No te preocupes: existen varias formas de ayudarlo a girarse.
Aquí están los principales:
Moxibustión
Rebozo
Caminata en cuadrupedia
Trabaja también en la movilización de la pelvis, ayudándote con una aliada preciosa del bienestar en el embarazo, es decir, la fitball.
¿Qué exámenes hacer?
También en la semana treinta y ocho de embarazo, puedes referirte a varios exámenes fundamentales para saber si tu bebé está bien.
Aquí están:
Medición de la presión arterial. Cuando es demasiado alta, puede ser señal de gestosis o preeclampsia.
Toxotest, a repetir especialmente en caso de susceptibilidad a la infección durante el primer trimestre.
Detección de anticuerpos del Citomegalovirus (CMV).
Análisis de orina con urocultivo.
Si el médico lo indica expresamente en caso de embarazo no fisiológico, se puede comenzar con el registro cardiotocográfico también en este período.
¿Qué comer?
Durante la semana treinta y ocho de embarazo, solo debes continuar como lo has hecho hasta ahora, es decir, seguir la dieta mediterránea.
Pon en la mesa frutas y verduras de temporada, preferiblemente de colores variados, cereales integrales, variando el tipo, grasas buenas y fuentes de proteínas dividiendo la aportación 50:50 entre alimentos vegetales y de origen animal.
Aquí tienes un repaso rápido de los alimentos que, en la semana treinta y ocho de embarazo y hasta el parto, debes seguir evitando para protegerte de las infecciones alimentarias:
Frutas y verduras crudas y no lavadas pasándolas bajo el agua corriente frotándolas con energía, la única manera de eliminar los huevos del Toxoplasma gondii.
Carne cruda o poco cocida.
Pescado crudo o poco cocido.
Huevos crudos o no pasteurizados y preparaciones que los contienen, como la mayonesa.
Embutidos crudos (puedes comer solo mortadela, jamón cocido y pechuga de pavo).
Quesos azules crudos o poco cocidos.
Quesos de maduración rápida preparados con leche cruda.
Existe también otra categoría de alimentos que, tanto ahora que estás en la trigésima octava semana de embarazo, como después del parto cuando amamantarás, debes seguir evitando.
Se trata de alimentos proinflamatorios como harinas refinadas, productos lácteos, carnes procesadas, fritos, fuentes de grasas trans.
Dado que la colonización bacteriana intestinal del bebé ocurre ya durante la vida fetal y considerando que, como demuestra este estudio publicado en 2018 en Gastroenterology Clinics of North America, los cólicos neonatales están asociados a cuadros de inflamación intestinal, la alimentación tiene un papel decisivo en su prevención.
¡Ya habrás entendido que no son fisiológicas como a menudo te han dicho!
La importancia de la actividad física
La actividad física en la trigésima octava semana de embarazo está más que nunca orientada a preparar el cuerpo para el parto.
Excelentes a tal efecto son dos disciplinas como el yoga y el Pilates.
La primera permite enfocarse en diferentes posiciones que permiten trabajar sobre la pelvis y el suelo pélvico. Aquí algunas:
Malasana o posición de la guirnalda, que implica adoptar una posición similar a la sentadilla, muy útil también para ayudar al feto a posicionarse bien.
Utkata konasana, o posición de la diosa. En este caso, siempre se enfoca en una sentadilla, pero manteniendo las piernas bien separadas.
Savasana - de lado - muy útil para relajarse entre una contracción y otra.

También se debe probar en la trigésima octava semana de embarazo el Pilates.
Esta disciplina, con ejercicios preparatorios como los basados en la respiración diafragmática, permite ejercitar el músculo transverso profundo, que trabaja en sinergia con las estructuras del suelo pélvico, entrenándolo para lo que deberá hacer durante el parto.