SEMANA TREINTA Y CINCO DE EMBARAZO: qué sucede, síntomas, consejos
Introducción
Los días pasan en el calendario y ha llegado para ti el momento de vivir la trigésima quinta semana de embarazo.
He preparado este artículo para ayudarte a entender un poco más sobre lo que te espera.
Te dejo ya un pequeño adelanto: en este período, tu bebé es más o menos del tamaño de una col.
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35 semanas de embarazo: ¿cuántos meses son?

Con la trigésima quinta semana de embarazo, entras oficialmente en el noveno mes, que va de 35+1 a 40+0.
La bolsa para el parto

Cuando el embarazo alcanza las 35 semanas, llega el momento ideal para preparar la bolsa de parto.
¿Qué incluir?
Imaginando la elección de dar a luz en un hospital, la más común en Italia - pero no la única posible, como recuerdo en este artículo - aquí tienes una lista general:
Ropa cómoda para el parto.
Ropa adecuada para desplazarse por las áreas comunes de la instalación.
Compresas para el loquio.
Sostén cómodo para la lactancia.
Documentos de los padres.
Informes de las visitas durante el embarazo y de los exámenes.
Snacks para consumir durante el trabajo de parto.
Una bolsa de agua caliente para el manejo del dolor.
Chanclas para la ducha.
Todo lo que se necesita para la higiene personal.
Antes de continuar con los consejos sobre qué poner para el bebé que llega en la bolsa de parto que preparas en esta trigésima quinta semana de embarazo, considero necesarias dos aclaraciones.
La prima se refiere a los cambios bruscos de temperatura que se experimentan en la sala de parto.
Para manejarlos, una buena idea es llevar calcetines gruesos, un polar, una camiseta interior.
Recuerda que, en el hospital, en invierno la calefacción es muy fuerte. En verano, sucede lo mismo con el aire acondicionado.
Elige las prendas para poner en la bolsa de parto también basándote en estos criterios.
En cuanto a los consejos sobre qué comer durante el trabajo de parto, apuesta por frutos secos, semillas oleaginosas, fruta deshidratada (cuidado de no exagerar con esta última).
También son excelentes las barritas 100% fruta y frutos secos y los alimentos secos, aliados valiosos contra las náuseas.
Recuerda poner en la bolsa de parto que estás preparando durante la semana treinta y cinco de embarazo - no pienses que es demasiado pronto, porque el tiempo corre rápido - también algo para alimentar a la pareja que te apoyará.
Veamos ahora qué llevar para el pequeño que llega :
Un par de cambios de body para cada día que pasarás en el hospital (si tienes una cesárea programada, considera una estancia de un par de días más que la prevista para el parto natural).
Pijamas si son solicitados expresamente por la institución.
Gorrito para poner justo después del nacimiento, ya que el recién nacido no tiene una termorregulación eficiente y la cabeza es la parte del cuerpo por donde pierde más calor.
Recuerda también que en caso de cesárea programada no necesitarás la ropa para la sala de parto y que, en general, es importante poner en la maleta también algo que te permita pasar el tiempo de manera agradable.
Un libro, la app de música en streaming renovada con listas de reproducción que amas, el ganchillo, los crucigramas: hay una gran variedad y lo que importa es que sea un pasatiempo que te brinde bienestar.
Los síntomas de la semana treinta y cinco de embarazo
Hablemos ahora de los síntomas que siente la mamá embarazada en la semana treinta y cinco de embarazo.
Comencemos con una buena noticia.
Si durante muchas semanas has sentido falta de aire, en el período de la semana treinta y cinco de embarazo este síntoma comienza a disminuir.
El feto se está canalizando progresivamente en la pelvis para el parto, lo que implica una menor presión del útero sobre los pulmones.

Tus compañeras en este período también serán las contracciones de Braxton-Hicks, o falsas contracciones.
También pueden ir acompañadas de náuseas y diarrea y son fruto de la acción de la oxitocina.
Tienen un propósito muy específico, que es preparar las paredes del útero para el trabajo de parto.
Existen criterios específicos para distinguirlas:
Carácter irregular.
Sensación de molestia y no de dolor.
Frecuencia reducida.
Posible presentación a consecuencia de situaciones como esfuerzos físicos o movimientos del pequeño.
También el dolor de espalda forma parte de los síntomas que caracterizan la semana treinta y cinco de embarazo.
Las causas que lo provocan son básicamente dos:
Sobrecarga lumbar.
Acción de los estrógenos y de la relaxina, hormonas que aumentan la laxitud de músculos y ligamentos para preparar el cuerpo para el parto.
Por suerte, se puede aliviar recurriendo a diferentes recursos:
Sesiones de osteopatía.
Uso, durante las horas de sueño, de un cojín ad hoc para el embarazo. Recuerda: debe ser diferente del que usarás, una vez nacido tu pequeño, para la lactancia.
Ejercicios para descargar el peso de la barriga como los que puedes ver aquí abajo y que puedes considerar en la semana treinta y cinco de embarazo, ya que serán tus valiosos aliados durante el trabajo de parto.
También se debe mencionar en la lista de síntomas de la semana treinta y cinco de embarazo el ardor de estómago.
Situación causada, en el período de la semana treinta y cinco de embarazo y en general en el tercer trimestre, por la presión del útero sobre el órgano, puede mantenerse bajo control con sesiones de osteopatía destinadas a mejorar la excursión diafragmática y con atención a la alimentación.
¿Qué hacer exactamente? Primero evitar platos demasiado calóricos y ricos en grasas, no acostarse justo después de comer, hacer varias comidas ligeras durante el día y apostar por alimentos secos.
¿Cuántos kg ha ganado una mamá en la semana treinta y cinco de embarazo?

En la semana treinta y cinco de embarazo se debe esperar, según el peso pregestacional, un aumento ponderal entre 8 y 12 kg.
Recuerda, como siempre, incluir este parámetro en un enfoque holístico del bienestar, que consiste en prestar atención a la alimentación y en mantener un movimiento constante y respetuoso del período que estás atravesando.
¿Cómo está creciendo el feto?
En la semana treinta y cinco de embarazo, tu pequeño mide aproximadamente 45 cm desde el cráneo hasta el talón y pesa alrededor de 2,5 kg.
En este período, ya es concreto el aumento del panículo adiposo subcutáneo, lo que implica un incremento de los depósitos de grasa especialmente a nivel de piernas y brazos.
La semana treinta y cinco de embarazo es un período fantástico para el perfeccionamiento de los reflejos.
Tu pequeño se gira hacia la luz cuando la percibe y el reflejo de succión está cada vez más entrenado.
En breve, comenzará la plena funcionalidad del reflejo respiratorio.
Órganos como el hígado y los riñones ya han comenzado a funcionar.

En la semana treinta y cinco de embarazo, en el intestino del feto ya está presente el meconio.
Como seguramente ya te ha dicho tu obstetra, será expulsado después del nacimiento.
Está constituido por líquido amniótico, vérnix caseoso, bilis, lanugo que tu pequeño ya está perdiendo.
Una etapa de máxima importancia que caracteriza la semana treinta y cinco de embarazo es el logro de un nivel óptimo de eficiencia del sistema inmunológico.
Atención: sin embargo, aún no se habla de un desarrollo completo.
Para alcanzar este resultado, es necesario pensar en términos de años.
En los primeros días de vida con el calostro y posteriormente con la leche materna, llegará una contribución valiosa en el proceso de desarrollo de la inmunidad.

No te alarmes si, en la semana treinta y cinco de embarazo, tu bebé aún no se ha girado a posición cefálica.
Tiene tiempo hasta el final de la espera y, como recuerdo en este artículo y como explica la Doctora Alvisi, obstetra independiente, en el video a continuación, hay varias maneras de ayudarlo.
Dar a luz a las 35 semanas: ¿qué riesgos?
Un recién nacido que nace en la semana treinta y cinco de embarazo se clasifica como prematuro leve.
Esta definición se utiliza para los partos que ocurren en el período comprendido entre la semana 34 y la 37.
En la mayoría de los casos, un recién nacido prematuro nacido en la semana treinta y cinco de embarazo y con un peso dentro de los parámetros de la edad gestacional no necesita soporte respiratorio.

Atención: esto no significa que no deba ser monitoreado.
En el período de la semana treinta y cinco de embarazo, de hecho, funciones como la termorregulación, el mantenimiento de la glucemia y la coordinación entre el proceso de succión y respiración aún no están adecuadas.
¿Qué exámenes hacer?
Durante la semana treinta y cinco de embarazo, puedes someterte a varios exámenes útiles para entender si todo va bien.
Aquí están:
Medición de la presión arterial: cuando es alta, puede representar un síntoma de gestosis o preeclampsia, complicación gravísima.
Análisis de orina con urocultivo.
Toxotest y detección de anticuerpos del Citomegalovirus (CMV).
Si no se han realizado previamente, exámenes relativos a enfermedades de transmisión sexual (VIH, sífilis, hepatitis B).
¿Debes hacerte la ecografía?
A menos que tu obstetra lo recomiende, absolutamente no.
Desde hace tiempo, de hecho, la ecografía de crecimiento ya no forma parte de las guías relativas a los exámenes estándar durante los embarazos fisiológicos.
La dieta a seguir
Durante la semana treinta y cinco de embarazo, las indicaciones a seguir respecto a la dieta no cambian: sigue apostando por la dieta mediterránea, el mejor régimen alimenticio del mundo.
Alimentos vegetales de temporada, cereales integrales, para llevar a la mesa variando lo más posible, grasas buenas y proteínas de alto valor biológico: estas son las bases de este enfoque alimenticio.
En el caso de las proteínas, considera la importancia de la división 50:50 entre fuentes de origen vegetal y animal.
En cuanto al hierro, no olvides que la carne roja no es la única fuente existente (intenta no exagerar con su consumo ya que es rica en grasas saturadas).
También las legumbres son excelentes.
Recuerda solo, dado que contienen hierro no hemo, es decir, la forma menos biodisponible típica de las fuentes vegetales de este mineral, asociar una fuente de vitamina C.
Aquí tienes un pequeño resumen de los alimentos que debes evitar en la semana treinta y cinco de embarazo hasta el parto para protegerte de las toxiinfecciones:
Frutas y verduras crudas y no lavadas bajo el agua corriente, frotándolas con energía para eliminar los ooquistes de Toxoplasma gondii.
Huevos crudos y no pasteurizados.
Carne y pescado crudos o no suficientemente cocidos.
Quesos azules crudos o poco cocidos.
Embutidos crudos (incluso los cocidos deberían reducirse al mínimo, pero por razones relacionadas con la presencia de aditivos y conservantes).
Quesos de corta maduración elaborados con leche cruda.
La alimentación durante el embarazo puede ayudarte muchísimo también a prevenir los cólicos neonatales.
No, no son fisiológicas como probablemente te han dicho.
Para ayudarte a entender un poco más al respecto, te invito a echar un vistazo a este estudio de 2018.
Un trabajo que destacó la asociación entre cólicos neonatales y altos niveles de calprotectina fecal, marcador de inflamación intestinal, en las heces de los neonatos, revolucionó la forma de abordar la gestión del primer problema.
Dado que se sabe desde hace tiempo que la colonización bacteriana del intestino neonatal ocurre mucho antes del parto, es decir, durante la vida fetal, es fácil entender cómo la alimentación puede influir en la inflamación del propio intestino.
Sí, puedes empezar a prevenir ya ahora que estás embarazada, incluso si estás en la trigésima quinta semana de embarazo.
¿Qué debes hacer?
Simplemente eliminar alimentos proinflamatorios como los lácteos, las harinas refinadas, los dulces, las carnes procesadas, los embutidos, los fritos, las fuentes de grasas trans (por nombrar algunos).
¿Qué deportes practicar?
La actividad física es una gran aliada en la trigésima quinta semana de embarazo.
Entre los objetivos que permite alcanzar, se encuentra la preparación para el parto.
Excelente para ello es la práctica del yoga y del Pilates.

La primera disciplina, útil para trabajar la conciencia corporal - particularmente adecuada para ello es la técnica yin, que consiste en mantener las posturas durante varios minutos - y para la relajación, prepara el cuerpo para el parto de varias maneras.
Entre ellas, se incluyen asanas como la de la diosa (Utkata Konasana).
Posición similar a la sentadilla sumo, ayuda muchísimo a abrir la pelvis.
El Pilates, en cambio, ayuda a aliviar el dolor lumbar, a mejorar la flexibilidad y, a través de ejercicios de respiración diafragmática como los que puedes ver en el video a continuación, a ejercitar el suelo pélvico.