sviluppo del gusto nel feto e nel neonato

Desarrollo del gusto en el feto y el recién nacido: ¿cómo funciona?

Introducción

Es comprensible que haya mucha curiosidad entre las futuras madres y las madres primerizas sobre el desarrollo del gusto en el feto y el recién nacido .


Si estás buscando información sobre este importante y fascinante tema, en las siguientes líneas de este artículo podrás encontrar varias especificaciones útiles.


Como puedes ver, he insertado un índice. Gracias a ella podrás, si lo deseas, profundizar en los aspectos que más te interesen.


¿Te apasiona algún ángulo particular del tema? Lo único que tienes que hacer es hacer clic en el párrafo dedicado y leer.


Ahora sólo me queda entrar en el corazón de la acción, como me gusta decir en mis vídeos.


Sígueme en las próximas líneas para descubrir los detalles de un tema fundamental para el bienestar de tu cachorro.


Vuestra guía serán los valiosos consejos de la Doctora Federica Dell'Oro, bióloga nutricionista del equipo Dr-Silva.com (y autora de fantásticos cursos en vídeo que podéis encontrar en la sección dedicada del sitio ).

¿Puede el feto percibir los sabores de los alimentos que come la madre durante el embarazo?

La respuesta a la pregunta que da título al párrafo que estás empezando a leer es .


Como nos recuerda en este vídeo la Dra. Federica Dell'Oro, autora del curso en vídeo sobre nutrición durante el embarazo y la lactancia que podéis encontrar al final de este párrafo, esta es la razón por la que, si lo que llevas a la mesa es sano y seguro, podrás comer prácticamente de todo durante el embarazo .


Por la misma razón mencionada anteriormente, es buena idea hacer un esfuerzo para seguir una dieta lo más variada posible.


De esta manera, el cachorro puede experimentar una gama muy amplia de sabores.


Al principio, el punto de partida es la ingestión de líquido amniótico.


Sin embargo, con el nacimiento entra en juego el papel inestimable de la leche materna.


El viaje de descubrimiento de los gustos por parte del cachorro durante el embarazo primero y durante la lactancia después representa, como lo han revelado numerosos estudios en los últimos años, una base importante para construir un enfoque equilibrado de la nutrición durante la infancia e incluso después.


Recuerdo también que la variedad de la alimentación de la madre durante el embarazo y durante el posible recorrido de lactancia permite, una vez iniciada la alimentación complementaria, ofrecer muchos más alimentos al niño.


¿Cómo? La razón es muy sencilla: por los aspectos que he mencionado en el párrafo anterior, es como si el pequeño hubiera realizado un auténtico entrenamiento en el descubrimiento de sabores muy diferentes entre sí.

Desarrollo del gusto en el feto y el recién nacido

El camino del desarrollo del gusto en el feto

La vida intrauterina es un viaje de fascinación y misterio. A lo largo de los años, la ciencia ha conseguido aportar numerosas referencias sobre sus particularidades.


Se ha descubierto, por ejemplo, que las papilas gustativas y otros órganos responsables de la percepción de los sabores comienzan a funcionar ya en el segundo trimestre de gestación .


Retrocedamos un paso en las semanas de embarazo, recordando que, más o menos alrededor de la novena, el embrión puede considerarse multireceptivo.


Entre la octava y la decimotercera semana aparecen las llamadas papilas gustativas.


¿De qué se trata? De los orgánulos encargados de la percepción del gusto situados en correspondencia con el epitelio escamoso que recubre las primeras porciones de los canales alimentarios.


Cuando el embarazo llega a la duodécima semana , el feto comienza a tragar.


Este es un paso muy importante. ¿Cómo? Porque, gracias a los compuestos aromáticos presentes en el líquido amniótico, se produce la estimulación de las citadas papilas gustativas.


Después de esta estimulación, la información se transmite al tronco encefálico, lo que provoca la inducción de la salivación y los movimientos de la lengua.


Pasemos a un período cercano al final de la gestación, es decir, la trigésima semana.


Este es un momento en el que se materializa otra maravilla.


¿Cual exactamente? El comienzo de la capacidad del feto para reconocer cambios en los sabores con los que entra en contacto a través del líquido amniótico.


Esto significa, en términos concretos, que a partir de la edad gestacional indicada anteriormente el cachorro es capaz de apreciar plenamente la variedad de sabores que caracterizan la dieta de la madre.


¡Las etapas del desarrollo del gusto en el feto obviamente no terminan aquí! Alrededor de la semana treinta y dos, de hecho, el cachorro es capaz de reaccionar a los cambios de sabor que caracterizan al líquido amniótico.


¿Cómo lo hace? A través de cambios en la frecuencia de la deglución.


Dependiendo de si el sabor que siente es dulce o amargo, el pequeño lo aumenta o lo disminuye.


Es fundamental señalar que las sustancias gustativas que se encuentran en el líquido amniótico –la lista incluye la glucosa pero también la urea, el compuesto que permite a nuestro cuerpo eliminar el exceso de nitrógeno– son cruciales para el desarrollo del sistema gustativo del feto y del futuro niño.

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