En Europa, el cuidado de niños es una práctica prácticamente “nueva” y aún hoy en día suele considerarse algo negativo porque se piensa que “malcría” al niño.

Desgraciadamente, la sociedad está acostumbrada a un ritmo frenético y querría exigir la misma velocidad de autonomía incluso en los recién nacidos. El pequeño debería dormir solo en la cuna, llorar poco, dormir toda la noche, pero sabemos muy bien lo lejos que eso está de la realidad. De hecho, los recién nacidos tienen necesidades fisiológicas muy diferentes a las de los adultos, y una de ellas es la cercanía y el contacto con los padres.

El porteo responde precisamente a esta necesidad y sus orígenes históricos tienen sus raíces en muchas culturas diferentes alrededor del mundo:

• Cultura indígena y nativa americana : Usaban portabebés y fulares de cuero para llevar a los bebés. Estos portabebés a menudo estaban hechos de materiales naturales y permitían a los padres continuar con sus actividades diarias mientras tenían a su bebé cerca.
• Cultura africana : Las madres todavía llevan a sus bebés envueltos en paños atados alrededor de sus hombros o atados alrededor de sus cinturas.
• Cultura asiática : Se utilizaban portabebés tradicionales o de tela para llevar a los bebés. Por ejemplo, en la India, las madres a menudo llevaban a sus bebés envueltos en un "sari", una prenda tradicional.
• Cultura inuit y ártica : utilizaban pieles de foca porque también les proporcionaban calor y protección contra el frío intenso.
• Cultura tradicional asiática : Se utilizan portabebés y fulares tradicionales, como el "mei tai" chino.

Llevar al bebé en un portabebés reduce el tiempo que su cabeza descansa durante las siestas , disminuyendo el riesgo de plagiocefalia y cabeza plana . Es importante, sin embargo, asegurarse de que el bebé no sufra tortícolis miogénica y no adoptar actitudes posturales incorrectas cuando no esté en el portabebés.