Los cólicos y el reflujo son problemas muy comunes en los recién nacidos desde los primeros días de vida. De hecho, parece que casi 1 de cada 2 niños lo padece.

Desafortunadamente, aunque el bebé tiene dificultad para digerir, llora desesperadamente, produce gases y tiene dificultad para evacuar las heces, la mayoría de las veces se les dice a los padres que el cólico es normal y fisiológico, y que con el tiempo pasará solo.

La verdad es muy distinta: NO es normal que tu bebé llore, sufra y se sienta mal porque tiene dolor de estómago, tiene dificultad para respirar y el abdomen hinchado.

Además, los cólicos y el reflujo pueden llevar al pequeño a rechazar el Tummy Time por estar demasiado alterado, con la consecuencia de ralentizar su desarrollo motor.

Los cólicos y el reflujo en los recién nacidos se pueden PREVENIR y TRATAR EFICAZMENTE.

Para curar verdaderamente los cólicos y el reflujo del lactante, primero hay que reducir la inflamación del sistema gastrointestinal eliminando los factores que lo irritan e inflaman.

Posteriormente se realizan masajes osteopáticos en el abdomen del niño para relajar la musculatura lisa gastrointestinal, con el objetivo de restablecer la correcta motilidad y tránsito intestinal.

Dos de los principales parámetros a intervenir para prevenir y tratar el cólico gaseoso en el recién nacido son la dieta de la madre y el tipo de leche artificial (si el recién nacido se alimenta con biberón), pero no sólo eso.

Necesitas conocer los 7 factores que irritan el sistema gastrointestinal y que he resumido en el curso en vídeo “Prevención y Tratamiento del Cólico y Reflujo en Recién Nacidos” .